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Nuestros poemas

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Yuranis  Sierra
7B

Ojos que hacen ver con otros ojos

 

Tu color de pelo es igual al sol,

Igual como la luz

Que ilumina mi corazón.

 

Tan bello como aquel

Resplandor que nace de tus ojos,

Al mirarlos veo ángeles

Cayendo al corazón.

 

Te veo y  te veo,

De tu sonrisa me enamoro

Esa sonrisa que alegra mis días

Y esa sonrisa que me hace suspirar.

Laura
Moncada
8B

Semilla de Ilusiones

 

 

Aquel pequeño pero valioso semillero

Que tiene su pequeña esencia original

Bello e ilustre florero

Que poco a poco  renacerá,

Sus sueños  van saliendo a la luz...

 

Cae una suave y  valiosa gota de agua sobre ti,

Hermosa semilla que pronto germinará.

Eres aquella flor

Que anhela  darse a conocer.

Deseas amor hacia ti,

Aprecio a tu  belleza

No quieres  la destrucción de tu alma

Pura y perfecta.

Chernobyl y la rueda del infortunio

 

“Regresarán en tres días”

Eso nos afirmaron, nunca sucedió.

Porque al parecer, solo Jesús lo puede hacer;

Porque al parecer, no todos somos fénix,

No todos podemos de las cenizas renacer.

 

“La situación está bajo control”

Eso nos dijo Gorbachov

Y le creímos, tal como niños

Sin refutar, sin contrariar.

 

Teníamos que defender a nuestra patria,

Nuestra querida patria;

Aquella que desapareció,

Que Chernobyl se llevó.

 

Mas ya no somos parte de una nación,

¡Sólo somos uno con la radiación!

Dejamos de ser personas;

Ahora somos objetos desolados

Que el averno no perdona.

 

Hay terror, mas nos acostumbramos a él,

Es nuestra sombra, nuestro compañero fiel;

Nuestro hábitat natural

Donde aun las pesadillas son descanso de la realidad.

 

 

 

Chernobyl está tan muerto

Que necesitó tres cementerios:

Uno para los animales… abandonados, asesinados.

Otro para los hombres… inocentes, ignorantes.

Y el último para los hogares… ¡esperando por sus habitantes!

 

No tenemos nada,

Mas nos siguen quitando.

Ya todas las almas han muerto

Mas los cuerpos siguen agonizando.

 

Le tememos a que nuestros hijos enfermos

Cierren sus párpados para el descanso,

Por el fatídico presentimiento

De que éste llegue a ser eterno.

 

Sólo hay muerte…

Cuando el hospital se convierte en hogar

Sólo hay muerte.

Cuando el Cesio y el Estroncio han de sobrar

Sólo hay muerte.

Cuando el dosímetro no para de pitar

Sólo hay muerte.

Cuando los charcos se han de amarillear

Sólo hay muerte.

Hay muerte, aun en el fruto de los vientres.

 

Que ninguna voz te invoque más,

Porque obediente has llegado, llegas y llegarás

Esparciendo tu sombrío legado

En toda voz quebrada,

En toda soledad desamparada.

 

A veces creemos que vivimos

Mas parece que solo alcanzaremos a ser

Hombres-cajas negras;

Sólo somos la voz de los hechos,

Sólo somos el coro del pueblo.

 

Un pueblo, un pueblo y un parque

¿de diversiones? No, de tristes epitafios.

Un parque, un parque y La Rueda

¿de la fortuna? No, del infortunio.

¡El infortunio, el infortunio Chernobyl!

 

 

(Inspirado en Voces de Chernobyl

de  Svetlana Alexievich)

Elisa Buitrago
9B
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